El circuito BLAST Pro Series ha llegado a su conclusión en esta temporada 2019 a expensas de lo que suceda en sus finales. La última parada de la gira se ha celebrado en su sede insignia, Copenhague, y como ya ocurriera en las dos ediciones anteriores, el triunfo se le ha resistido al equipo local, Astralis.
Además de para los daneses, esta cita también ha servido para acrecentar las dudas sobre el rendimiento reciente de varios de sus participantes, haciéndose más notorio en Team Liquid, que finalizó su tanda de partidos en la penúltima posición del grupo con un triste bagaje de tres derrotas y tan solo dos victorias, siendo además una de ellas ante FaZe Clan en un encuentro sin nada en juego y con una tensión competitiva bastante reducida.
Peor aún le fue al otro conjunto norteamericano de la competición, Cloud9, que se marcha de la capital danesa muy tocado por el bajo rendimiento mostrado. Apenas un empate en su casillero y un promedio de ligeramente superior a seis rondas a su favor en las cuatro derrotas sufridas.
Otra de las sorpresas negativas la protagonizó el anfitrión, Astralis, que tras un funesto primer día de competición en el que completó un pleno de derrotas tras dos partidos dilapidó sus opciones de acceso a la final. En la jornada del sábado intentó reconducir la situación con otros dos triunfos consecutivos, pero un empate frente a Natus Vincere en su penúltimo partido le abocó al cuarto puesto.
Concretamente estos últimos, los rusos son unos de los que mejores sensaciones han dejado a lo largo de toda la cita. Únicamente concedieron una derrota, frente a FaZe, pero un desafortunado empate ante Cloud9 y otro con Astralis les apeó definitivamente del partido por el título.
Con estos resultados se conformó el encuentro decisivo: frente a frente, FaZe y NiP. El combinado europeo brilló como no se le recordaba ya y no tuvo ningún problema en asegurarse el pase, mientras que los suecos volvieron a exhibir su mejor cara venciendo tanto a Astralis como a Team Liquid con solvencia.
El encuentro por el título arrancó en el mapa de Nuke, elección de los suecos y que tuvo que alargarse hasta la prórroga para decidirse. El comienzo por parte de NiP fue apabullante, con un Patrik “f0rest” Lindberg en modo estrella llevando a su equipo en volandas a colocarse con siete opciones de hacerse con el primer punto de la final, pero tras ese momento, FaZe despertó y con un parcial de 11-2 lograron poner el 19-17 en el marcador y adelantarse en la eliminatoria.
Con la final viajando hasta Dust2 volvió el mejor Håvard “rain” Nygaard, que recordó al que nos deleitó en la final de BLAST Pro Series Miami meses atrás. Sus 25 bajas y 108 de daño promedio por ronda fueron desequilibrio suficiente para imponerse a NiP por 16-12 y consumar el triunfo de FaZe en el partido por el título.
De esta manera, FaZe Clan se proclamó campeón de la BLAST Pro Series Copenhague, la última parada previa a las finales del circuito que se celebrarán en las próximas semanas. En el apartado individual, el galardón al jugador más valioso acabó recayendo en Nikola “NiKo” Kovac, sin embargo, si algo ha caracterizado a este equipo durante todo el evento es el bloque: sus cinco integrantes han jugado a un nivel excelso y eso se ha visto reflejado en este triunfo.