Faltan menos de cinco días para que dé comienzo la BLAST Pro Series Global Finals, la competición que pondrá el broche de oro a la temporada del circuito. El evento se extenderá durante tres días y hasta la ciudad bareiní de Riffa se desplazarán los cuatro mejores conjuntos del curso.
El que parte con menos papeletas, desde la teoría, para el triunfo final es el siempre imprevisible conjunto sueco de NiP. Los “ninjas” han sido probablemente uno de los nombres más consistentes a lo largo de las cuatro paradas que han disputado, un cuarto puesto, un segundo y tres terceros. No han sumado ningún título, pero han luchado hasta la última jornada por el pase a la final.
De hecho, para buscar su última victoria de prestigio hay que echar la vista atrás hasta noviembre del año 2017, a la IEM de Oakland, de la que tan solo quedan dos de los cinco integrantes de aquella alineación. Los rumores, además, apuntan a que próximamente es posible que únicamente reste uno, Fredrik “REZ” Sterner.
Con el ambiente enrarecido ante la presumible marcha del legendario Patrik “f0rest” Lindberg, este será el torneo con el que cierren la temporada los escandinavos por lo que intentarán dar la mejor de sus imágenes, algo que hace tiempo que no se ve sobre un servidor.
Si bien es cierto que en la BLAST Pro Series de Copenhague cosecharon un meritorio segundo puesto, el resto de participaciones de NiP en torneos de calado internacional cuenta con registros un tanto pobres con diversas eliminaciones en la fase de grupos.
Sin embargo, si por algo han de ser optimistas los aficionados de los “ninjas” es por el futuro que pueda traer Nicolás “Plopski” González al club. El joven jugador sueco, con pasado en la escena española en las filas de x6tence es, a día de hoy, la luz que guía a su equipo y un halo de esperanza de cara a desempeñar un buen papel en Riffa.
Otro de los puntos clave a la hora de analizar las opciones de NiP de cara a estas BLAST Pro Series Global Finals es el desempeño de Simon “twist” Eliasson.
El último en llegar al equipo siempre se ha caracterizado por ser un francotirador de una irregularidad manifiesta y aunque eso no ha cambiado por el momento, sí que se observa en las estadísticas de los últimos meses, una menor amplitud entre los registros.
No cabe duda de que objetivamente estamos ante el equipo más débil de la competición. Por otra parte, cuando los cinco jugadores están en sintonía, son un rival más que difícil de batir por lo que no es nada descartable que den alguna sorpresa en Baréin.