Team Liquid quiere quitarse la vitola de segundón en Riffa

Main photo.

Pensar en algún vencedor distinto a Astralis para la BLAST Pro Series Global Finals suena casi utópico, pero si hubiera que apuntar un nombre como la principal amenaza a dicho favoritismo sería, sin ningún lugar a dudas, el de Team Liquid.

El equipo norteamericano llega a Riffa como el eterno segundón de las dos últimas temporadas. El único capaz de pelearle a los daneses durante algunos tramos del año y protagonista de un verano idílico en el que encadenaron diversos títulos consecutivos, incluido el único que han sumado en el circuito BLAST Pro Series, el de la parada de Los Ángeles.

Más recientemente, los estadounidenses han cuajado una serie de actuaciones irregulares con la caída en cuartos de final de ESL Pro League como puntilla. Apenas unos días antes llevaban a Astralis al límite en la final de ECS, un resultado que contrasta con las prematuras eliminaciones en Dreamhack Masters Malmö y el StarLadder Major de Berlín.

La espectacular racha de imbatibilidad veraniega en la que encadenaron victorias en Dreamhack Masters Dallas, ESL Pro League, ESL One Colonia, la citada BLAST Pro Series de Los Ángeles y la IEM Chicago ya suena lejana, quedando su participación en el evento bareiní como última opción de cerrar el año 2019 con buen sabor de boca.

Parte de los problemas con los que Team Liquid se está enfrentando en los últimos meses pasan por su repertorio de mapas. Al ya conocido descarte automático de Train se le une el pobre rendimiento exhibido en Nuke y Overpass, dos terrenos propicios para ellos anteriormente y en los que ahora apenas alcanzan un 33% de porcentaje de victorias.

En el lado positivo aparecen sus habituales buques insignia, Mirage e Inferno, con la problemática que ello conlleva. Son dos mapas que también tienen una alta prioridad por parte de los rivales más fuertes del circuito, por lo que en la fase de vetos apenas pueden obtener ventaja. 

Otro punto débil a tratar es el del rol de francotirador o en su defecto, el de la ausencia de él. No hay ningún jugador estrictamente dedicado a desempeñarlo, sino que en función del mapa, las necesidades y las posiciones, varía entre diferentes activos.

Esto tiene su parte buena, que es la imprevisibilidad que ofrece y la facilidad para poder utilizar el AWP en cualquier posición independientemente del sistema de defensa que dispongan, pero por otro lado, se pierde el factor decisivo de contar con un auténtico experto en su manejo como sí tienen otros grandes equipos.

Con sus puntos fuertes y otros no tanto, Team Liquid sigue siendo el principal aspirante a derrotar a Astralis e impedir una victoria danesa en la BLAST Pro Series Global Finals que enfrentará a los cuatro mejores conjuntos de la temporada.